Mi piel con tu piel... mi carne que acaricia tu carne, expresa la necesidad de ser uno solo, la proximidad nos une, consuela la separación. Es el bálsamo que pone en nuestra alma el amor que sentimos el uno por el otro.
La alegría de compartir tiempos y espacios, de compartirse uno mismo, de darse, entregarse sin reservas a quien amas. El lugar donde refugiarse, la piel del amado, el lugar privilegiado del consuelo, el reposo y la intimidad, el gozo y la experiencia de la unión de dos cuerpos y dos espíritus...